sobre las variaciones en la música.

el libro de la risa y el olvido.
por milan kundera


"durante los diez años de enfermedad, papá escribió un largo libro sobre las sonatas de beethoven. escribía algo mejor de lo que hablaba, pero aún así, al escribir, le resultaba cada vez más difícil acordarse de las palabras y nadie entendía su texto por que estaba escrito con palabras que no existen.

una vez me llamó a su habitación. tenía sobre el piano abiertas las variaciones a la sonata op. 111. "fíjate", me dijo y me señaló las notas (también había dejado de saber tocar el piano), “fíjate” repitió y aún consiguió decirme, después de un perlongado esfuerzo, "ya lo sé". y siguió intentando explicarme algo importante pero su mensaje se componía de palabras completamente incomprensibles, de modo que cuando comprobó que no le entendía me miró asombrado y me dijo: "qué curioso".

claro que yo sé de que quería hablar, porque era una cuestión que el venía planteando desde hacía mucho tiempo. beethoven, en el final de su vida se aficionó extraordinariamente a la forma de variaciones. a primera vista parecería que esta es de todas las formas la más superficial, una simple exhibición de técnica musical, un trabajo más adecuado para una encajera que para beethoven. y él hizo de esta (por primera vez en la historia de la música) una de las formas más importantes y guardó en forma de variaciones sus más hermosas meditaciones.

sí, eso es sabido. pero papá quería saber cómo entender aquello. ¿por qué precisamente las variaciones? ¿cual es su sentido oculto?
y por eso me llamo aquella vez a su habitación, me señalo las notas y me dijo: "ya lo sé". [...]

comprendo los reproches que se hacia tamina. cuando murió mi padre yo también me los hice. no podía perdonarme haberle preguntado tan poco, saber tan poco de él, haberlo dejado pasar de largo. y precisamente aquellos reproches me hicieron comprender lo que probablemente me quería decir junto a la partitura de la sonta op111.

intentare explicarlo con una comparación. la sinfonía es una epopeya musical. podríamos decir que se parece a un camino que recorre el infinito externo del mundo, que va de una cosa a la otra, cada vez más lejos. las variaciones también son un camino. pero ese camino no recorre el infinito externo. [...] el camino de las variaciones conduce a ese otro infinito, a la infinita diversidad interna que se oculta en cada cosa.

beethoven descubrió así en las variaciones un espacio distinto y una distinta dirección del movimiento. sus variaciones son en este sentido una nueva invitación al viaje.

la forma de la variación es una forma de concentración máxima y permite al compositor hablar solo de la cosa en si, ir directamente al núcleo de la cuestión. el objeto de la variación es un tema que con frecuencia no tiene más que dieciséis compases. beethoven va hacia adentro de estos dieciséis compases como si penetrase por una sima hacia el centro de la tierra.

"16 temas"
collage sobre muestrario de alfombras

el camino de ese otro infinito no es menos azaroso que el camino de la epopeya. así desciende el físico a las milagrosas entrañas del átomo. con cada variación beethoven se aleja más y más del tema original, que no se parece más a la última variación que una flor a su imagen en el microscopio.

el hombre sabe que no puede abarcar al universo con el sol y sus estrellas. lo que le parece mucho mas insoportable es estar condenado a dejar pasar de largo también al otro infinito, al cercano, al que esta al alcance de la mano. tamina dejo pasar al infinito de su amor, yo deje pasar a papá y cada uno deja pasar a su propia obra, por que en búsqueda de la perfección hay que ir hacia adentro de las cosas y nunca se llega hasta el final.

el que se nos haya escapado el infinito exterior lo tomamos como un sino natural. pero el haber dejado escapar al otro infinito lo consideramos hasta la muerte como culpa nuestra. pensábamos en el infinito de las estrellas y no nos ocupábamos del infinito de papa.

no es de extrañarse que las variaciones se hayan convertido en el amor del beethoven mayor, maduro, que sabía muy bien (como lo sabe tamina y lo sé yo) que no hay nada mas insoportable que dejar pasar al hombre que hemos amado, a esos dieciséis compases y al universo interno de sus posibilidades infinitas. [...]

todo este libro es una novela en forma de variaciones. las distintas secciones van una tras otra como distintos trozos de un camino que va hacia adentro del tema, adentro de la idea, adentro de una sola y unica situación, cuya comprensión se me pierde allí donde ya no alcanza la vista.



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